Durante el siglo I -
Siglos VII-XIV
- El caso de
Etiopía -
Siglos XV-XVII - Siglo XIX y
XXX - La
Iglesia en el África actual
Durante el siglo I
La
cristiandad en África no es una experiencia reciente ni
tampoco un producto del colonialismo: sus raíces se ahondan en
la era Apostólica. De hecho, en el Nuevo Testamento se indican
contactos con África: la Sagrada Familia se refugia en Egipto;
ayuda a llevar la cruz de Jesús un hombre de Cyrene,
probablemente de los judíos establecidos en lo que hoy es
Trípoli; Felipe convierte y bautiza al eunuco de la reina (Candace=reina)
de Meroe (reino antiguo de lo que hoy es Sudán). Es posible
que S. Tomás misionase en Egipto y Libia antes de pasar a la
India y que S. Marcos Evangelista fundase las Iglesias de
Alejandría.
Poco a poco, el cristianismo se extendió por Egipto y el norte
de África. En Alejandría se conoce al obispo Demetrio
(189-232) y a sus contemporáneos Panteno, Clemente y Orígenes,
fundadores de la Escuela Catequética. Los egipcios dan un
notable contingente de mártires en el año 202 y a finales del
siglo III y principios del IV, cuando ya los cristianos en
Egipto pasan probablemente del millón. Además, en Egipto
proliferó extraordinariamente la vida monástica. En las
controversias teológicas de los siglos IV y V, Egipto juega un
papel importante. |
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Sabemos
que en el año 180 son martirizados 12 cristianos y que en el año
220 hay de 70 a 90 obispados, que pasan de 250 a fin del siglo III
(hay que tener en cuenta que probablemente se nombraba un obispo
para cada comunidad, aun en las aldeas). Figuras eminentes de la
Iglesia norteafricana son Tertuliano (ca. 155-220), S. Cipriano (ca.
210-258) y S. Agustín (354-430). En las persecuciones (180-305)
encontramos innumerables mártires.
Siglos VII-XIV. El Islam se
extiende por todo el norte de África ya desde el siglo VII. Sin
encontrar prácticamente resistencia, excepto en Etiopía, ocupa
toda la parte norte de África hasta el Sahara y se extiende por
las dos costas Atlántico e Índico hasta la selva tropical y
Mozambique, respectivamente, formando la media luna geográfica
sobre el continente africano.
Durante
toda la Edad Media queda cerrado el paso a la propagación del
cristianismo en África, donde sólo subsisten aparte de Etiopía
cuatro clases de pequeñas comunidades.
Desde
principios del siglo XIII los franciscanos tratan, sin éxito, de
misionar en el Norte del continente. Desde 1222 también trabajan
los dominicos. En el mismo siglo XIII S. Raimundo de Peñafort,
funda colegios para estudios de las lenguas no cristianas, en
especial del árabe.
El
caso de Etiopía
Cuando Cartago, que fue
el último bastión cristiano en el Norte de África, cayó en un
ataque de los árabes en el año 697, el Rey Mercurio asentó su
autoridad en Nubia estableciendo un reino cristiano que se
extendió desde Assuán al Nilo Azul. Cuando este reino sucumbió a
los ataques de los turcos islamitas en 1270, hubo un renacimiento
de la Iglesia Etíope, ya con 900 años de existencia. La
restauración de la dinastía de Salomón bajo Ykumo Amlak y las
reformas religiosas de Takla Haymanot, el gran padre del
monaquismo Copto, trajo nueva vida a este singular reino
cristiano. Hubo una cultura cristiana floreciente en las montañas
de Etiopía, semejante a la de la Europa medieval, hasta que una
gran parte fue destruida en la guerra santa del Islam, en 1527.
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Pero a partir de esta
fecha ya hubo otro rey que llevo la antorcha de la fe:
Alfonso, rey del Congo, el primer cristiano al sur del Sahara.
Durante 20 años, trabajó incansablemente por crear un reino
cristiano, y en 1526, junto con su hijo, el Obispo Henry,
organizó un programa de evangelización, para llevarlo a todas
las provincias de su reino. Durante más de 300 años, sus
sucesores tuvieron contactos con Roma; durante siglo y medio,
llamaron a 450 capuchinos a su país. |
Siglos XV-XVII. En las Canarias,
colonizadas en 1402, trabajan misioneros franciscanos protegiendo
los derechos de los guanches. Se dice que en 1476 las cuatro islas
mayores se habían convertido al catolicismo.
Los
sistemáticos descubrimientos del príncipe Enrique el Navegante
llevan en sus naves misioneros, como los franciscanos que llegan
con Diego Cao al Congo (1484) donde empieza una rápida y
espectacular conversión al catolicismo. A la evangelización del
Congo sigue una evangelización rápida y superficial de las
regiones de la Costa Oriental (sobre todo de Mozambique) y de
Madagascar. En 1493 Alejandro VI confiere a los reyes de España y
Portugal un derecho de «patronato» sobre las misiones en zonas de
influencia de cada uno de los dos países.
Varias
tentativas de misión en las costas del África. occidental que
fracasan, sobre todo por las continuas muertes de los misioneros.
Capuchinos y jesuitas tratan de dar nueva vida a la misión del
Congo, pero sin resultados suficientes y duraderos. Mozambique
progresa temporalmente, siendo erigido en vicariato apostólico,
dependiente de Goa, en 1612.
Siglo XIX y XX. Es el siglo de la
reorganización definitiva y completa de las misiones en África y
de la creación de sociedades misioneras especializadas, y las
obras de auxilio a las misiones. De las primeras, las más
importantes son: La Congregación del Espíritu Santo; los Padres
Blancos y las Hermanas Blancas; las Misiones Africanas de Verona (Combonianos).
El
tráfico de esclavos va decreciendo hasta casi desaparecer en las
costas del Atlántico, pero crece desmesuradamente en las costas
orientales, con ramificaciones hasta el mismo centro de Á.
Misioneros y exploradores van abriendo camino hacia el interior
del Continente. De los primeros, los más importantes son los
Padres Blancos en el norte y Livingstone en toda la mitad sur.
Unos y otro hacen gran campaña en Europa en contra del tráfico de
esclavos.
En
1868 los Padres del Espíritu Santo crean en Bagamoyo (actual
Tanzania) la primera misión del África oriental. Diez años
después llegan allí los Padres Blancos y los jesuitas, que
pasan a Uganda, donde existía una misión anglicana desde
cuatro años antes: de 1885 a 1889 anglicanos y católicos
mezclarán su sangre en los martirios de Uganda. Son
precisamente los años en los que se consuma el reparto teórico
de toda África (excepto Etiopía) por los países europeos.
La
Santa Sede va creando vicariatos apostólicos y favoreciendo a
las sociedades misioneras y a las Obras de auxilio a las
misiones (Propagación de la Fe, Santa Infancia, S. Pedro
Apóstol) que elevará a Obras Pontificias entre 1922 y 1929.
En
1900 África cuenta con 61 territorios eclesiásticos y medio
millón de católicos. La legislación laica de Francia y la I
Guerra mundial empobrecen las misiones africanas en personas y
en recursos. Pero la Iglesia va prosiguiendo la transformación
de las misiones en diócesis, etc., autónomas, formando clero.
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En 1930
se consagra un obispo etíope católico y en 1939 se consagran dos
obispos negros en Uganda y en Madagascar; cuatro nuevos obispos
africanos en 1952 y a la apertura del concilio Vaticano II habrá
ya 58 obispos africanos y su número crece cada vez con mayor
rapidez. A fines de 1969 hay en África 135 obispos africanos (de
un total de 325), 32 arzobispos (de un total de 46) y cinco
cardenales.
La
Santa Sede da directrices concretas sobre los problemas africanos,
especialmente en tres documentos: encíclica Fidei Donum (1957),
enc. Populorum Progressio (1967) y el mensaje Africae Terrarum,
Carta a la jerarquía y a todos los pueblos del África (1967).
La Iglesia en el África
actual. La expansión del cristianismo en África ha sido
espectacular. El medio millón de católicos de 1900 se ha
convertido hoy en más de 30 millones.
En
conjunto, la labor misionera en África ha sido prodigiosa:
enseñanza, promoción del africano a la cultura europea, siembra de
las ideas de igualdad y fraternidad entre todos los hombres hijos
del mismo Padre, ideas que han conducido a la independencia de los
Estados africanos; de las escuelas y seminarios de los misioneros
salieron los líderes de las independencias y la mayoría de los
actuales dirigentes. Contra la opinión común, y contra lo ocurrido
en casos particulares, esta labor se ha realizado actuando
valientemente, cuando así era necesario, ante los mismos poderes
coloniales y en defensa de los derechos del africano.
Bibliografía
Enciclopedia Salvat
Enciclopedia GER
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