Preludios del concilio;
La celebración
del concilio de Trento;
Las enseñanzas
del concilio de Trento; Los
frutos de Trento;
Bibliografía
Preludios del concilio
Los teólogos Buscaron en las
Sagradas Escrituras y en la Tradición de la Iglesia los argumentos
necesarios para mostrar que los cristianos tenemos en la Iglesia
católica romana la plena continuidad respecto a la Iglesia fundada
por Jesucristo sobre los Apóstoles para poder refutar las
afirmaciones luteranas.
España fue el país que antes empezó
a hacer una reforma católica del clero y de las órdenes
religiosas. En los preparativos del concilio tuvo un gran
protagonismo la escuela de Salamanca fundada por Francisco de
Vitoria. En la escuela salmantina destacaran otros teólogos como
Melchor Cano y Domingo de Soto cuyas aportaciones tendrán una
gran importancia, fundamentalmente en tres cuestiones:
a) La afirmación de la libertad
humana frente a la doctrina de la predestinación planteada
por el calvinismo (Doctrina reformista de
Calvino).
b) La fundamentación del
derecho de gentes basado en la igual dignidad esencial de
todos los seres humanos.
c) La conciliación de la acción
de la gracia con el ejercicio del libre albedrío (Potestad
de obrar por reflexión y elección).
Poco antes
del comienzo del concilio será aprobado por el Papa la
Compañía de Jesús (1540) fundada por san Ignacio de Loyola con
el propósito de defender la Iglesia católica. Algunos teólogos
jesuitas hicieron grandes aportaciones a la doctrina católica
en el concilio de Trento. |
Sesión del
Concilio de Trento |
La celebración del
concilio de Trento
Carlos V pidió la celebración de un
concilio ecuménico, al pensar que con el llegaría la solución del
problema religioso luterano y a la vez resolver los problemas
políticos. Paulo III había sido elegido Papa en 1554, por la
promesa de convocar un concilio. El concilio se intento hacer en
Mantua (1537) y en Vicenza (1538). A pesar de las guerras que hubo
entre Francisco I de Francia y Carlos V de España el concilio
inauguro sus sesiones en Trento (norte de Italia) el 13 de
diciembre de1545. Los protestantes decidieron no asistir al
concilio.
El concilio de Trento fue celebrado
en tres fases, por que tubo que ser interrumpido dos veces: la
primera para alejarse de la excesiva influencia de Carlos V; la
segunda por la reanudación de la guerra entre los príncipes
alemanes y el propio Emperador.
a) Primera fase (1545-1547):
Fueron abortados los principales temas doctrinales planteados por
los protestantes, como la interpretación de las Escrituras, la
predestinación y la gracia, la libertad humana y ciertas
cuestiones disciplinares de los obispos.
b) Segunda fase (1551-1552):
centró su atención en los Sacramentos y el culto.
c) Tercera fase (1561-1563):
Pío IV renovó la convocatoria en 1561. En las deliberaciones se
impusieron las cuestiones disciplinarias para la autentica
aplicación de una reforma eclesiástica. El Papa publicó la
Profesión de la Fe tridentina (perteneciente a Trento)
resumiendo los derechos doctrinales del concilio el 26 de enero de
1564.
La participación de obispos fue
escasa en las dos primeras fases y muy numerosa en la tercera. En
el concilio destacaron los teólogos de la escuela de salamanca,
los dominicos y la Compañía de Jesús.
Las enseñanzas del
concilio de Trento
A) Enseñanzas dogmáticas
Las principales enseñanzas del
concilio de Trento sobre los dogmas católicos son los siguientes:
a) Sobre las fuentes de Revelación.
Estas no son las Sagradas Escrituras y su único intérprete
autorizado es, por mandato de Jesucristo, el Magisterio de la
Iglesia.
b) Sobre el pecado original. La
naturaleza humana quedó herida por el pecado original, pero no
absolutamente corrompida; por eso, el cristiano, con la ayuda de
la gracia, puede hacer el bien y evitar el mal, aunque costoso.
c) Sobre los Sacramentos: La gracia
llega por medio de los Sacramentos, que son siete. El bautismo
borra el pecado original del alma humana, pero no la tendencia a
pecar. La confesión perdona realmente cualquier pecado cometido
después del Bautismo, si existe arrepentimiento sincero. La
presencia de Jesucristo en la Eucaristía es real y verdadera. La
Santa Misa es la renovación del sacrificio del Calvario. El
sacramento del Orden Sacerdotal fue instituido por Cristo para la
celebración de la Eucaristía y para perdonar los pecados: También
trató el concilio los demás sacramentos.
d) Sobre la fe sin obras. El concilio
declaró, frente la doctrina de Lutero, que la gracia divina y la
libertad humana obran conjuntamente la justificación del hombre
pecador. Enseño que los actos humanos pueden ser moralmente buenos
–es decir meritorios y dignos de ser premiados con el cielo- o
malos –pueden condenar al infierno-, según resulte en el Juicio
particular después de la muerte.
e) Sobre el culto a la Virgen y a los
santos. EL concilio afirma que ambos son lícitos, por que en
ellos, en especial la Santísima Virgen, son intercesores eficaces
ante Dios, y sus imágenes son útiles para facilitar la piedad del
pueblo cristiano.
B) Enseñanzas disciplinares
En el aspecto disciplinar, los
decretos de Trento tuvieron una gran importancia y
significaron un gran impulso para la auténtica reforma de la
Iglesia. Entre otras medidas, señalaron:
a) La obligación de los obispos
de residir en sus diócesis y realizar visitas a sus parroquias
de un modo frecuente, así como de mantener una vida austera,
de acuerdo al servicio que presentan.
b) Los obispos debían igualmente
cuidar la selección y la formación moral, teológica y
doctrinal de sus sacerdotes, para lo cual se manda el
establecimiento de seminarios diocesanos, de manera que se
llevase a cabo la reforma real de los ministros de la Iglesia. |
Sesión del
Concilio de Trento |
c) Parecidas recomendaciones de
residencia, predicación, cura de almas, vida austera, uso del
traje talar, etc., se hicieron a los párrocos, a quienes se manda
impartir catequesis a los niños e instrucción religiosa a sus
fieles. Se dictan normas contra el concubinato de los clérigos.
d) En cuanto a los religiosos, a
todos se les urge a la vida en común y se insta especialmente a
las monjas a recuperar las clausuras donde hubieran sido rotas.
e) El concilio también legisló sobre
las indulgencias, la observancia de los días festivos, los ayunos,
e invalidó los matrimonios clandestinos. Otra gran novedad es la
prohibición de los duelos, imponiendo gravísimas penas a sus
participantes.
Ningún otro concilio había dejado una
huella tan profunda en la vida de la Iglesia. No pudo
restablecerse la unidad perdida con la escisión de los
protestantes, pero sirvió para clarificar los puntos fundamentales
de la fe católica y elaboró un ambicioso programa de reformas que
darían abundantes frutos en los siglos posteriores.
Los
frutos de Trento
A) Unidad de la Iglesia Católica
Tras la clausura del concilio, el
Papa San Pío V, fue en sus años de Papa (1566-1572) quien
mostraría sus primeros frutos para la Iglesia universal. En 1566
publicó la versión actualizada del Catecismo Romano y también
publico el Breviario (conjunto abreviado de las obligaciones
públicas religiosas del clero a lo largo del año); en 1570 salió
la nueva versión del Misal Romano que estaría vigente en la
Iglesia hasta la reforma del Concilio Vaticano II.
Gregorio XIII, inició la reforma de
la administración eclesiástica y la fundación de colegios romanos
para sacerdotes. Finalmente Sixto V concluyó la aplicación
tridentina con una profunda reorganización de la curia (conjunto
de abogados, escribanos, procuradores y empleados en la
Administración de Justicia)
la implantación de las visitas
obligatorias de los obispos a Roma para informar del estado de su
diócesis y la revisión de la Vulgata.
Devoción a
la Eucaristía |
El concilio
avivo la fe de los creyentes, aumento la frecuencia de los
Sacramentos, dignificó la vida episcopal y sacerdotal; mejoró
la formación del clero e impulso el arte, especialmente la
arquitectura, pintura y música religiosa, que tuvieron un gran
desarrollo en la época del Barroco (siglo XVII). Supuso,
además en la jerarquía eclesiástica y en el clero un sentido
de cohesión y dirección esencial para la revitalización de la
iglesia durante la Contrarreforma.
Después del
concilio de Trento, la devoción del pueblo cristiano se centró
más aún en la Eucaristía. La fiesta del Corpus Christi se
convirtió en la celebración católica por excelencia. La
devoción a la Pasión del Señor tendrá una clara manifestación
en las procesiones de la Semana Santa. En cuanto a la devoción
a la Virgen María, el concilio supuso un notable impulso y
muchos de los esfuerzos se centrarán en defender el misterio
de la Inmaculada Concepción. |
B) La
floración de santos y órdenes religiosas.
De gran
transcendencia fue sin duda la Compañía de Jesús, creada por san
Ignacio de Loyola (1491-1556). En 1540, Paulo III aprobó la
Compañía de Jesús como una orden de clérigos regulares, cuyo fin
primordial era la propagación de la fe católica. La compañía tuvo
un rápido desarrollo: contaba con un millar de miembros a la
muerte del fundador.
A la luz de los
secretos de Trento y alo largo del siglo XVI, una floración de
nuevas fundaciones y santos vivificó la Iglesia: además de los
jesuitas, los oratorianos de san Felipe Neri y los escolapios de
san José de Calasanz, aparecen entre los oblatos de san Carlos
Borromeo y el Oratorio de Jesús para la formación de Sacerdotes de
misión y las Hijas de la Caridad de san Vicente Paúl para la
atención de los más necesitados. Entre las órdenes hospitalarias
destaca el desarrollo de la obra asistencial iniciada por san Juan
de Dios.
En España,
Teresa de Jesús impulsará la reforma de la orden del Carmen y
junto con san Juan de la Cruz extenderá la reforma del Carmelo a
los varones. El monacato femenino se enriquece también con nuevas
órdenes, entre las que destacan la orden de la Visitación
(salesas) de san Francisco de Sales y santa Juana Chantal, que son
monjas contemplativas la compañía de María (de santa Juana de
Lestonnac) y las ursulinas (de santa Ángela Merici) con la misión
de formar a jóvenes cristianas.
Bibliografía
Kairos. Religión Católica. 4º ESO. Ed. Casals
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