Biografía
Roberto nació en el año 1042 en la Campaña, cerca de Troyes, y
murió en Molesmes el 21 marzo de 1110. Oriundo de una familia
noble y rica, a los 15 años ingresa como monje en el monasterio
benedictino de Montier-le-Celle. Poco después de su profesión
monástica, es nombrado prior de su propia comunidad y al poco
tiempo ha de abandonar ese monasterio por haber sido elegido abad
del monasterio S. Miguel de Tonnerre. Encuentra allí una situación
interna difícil e intenta restablecer la paz y la disciplina en el
convento.
Ante la imposibilidad de hacer frente a la indisciplina, renuncia
a su cometido y vuelve a su monasterio de origen, como simple
monje.
Sin
embargo, casi inmediatamente tiene que aceptar la dirección
de una casa dependiente (Aigulphe Provins). No permanece en el
nuevo puesto un largo periodo. En efecto, por petición
explícita del Papa Alejandro II, es nombrado superior de un
grupo de ermitaños establecidos en los parajes de Collan.
Desde
que Roberto asume esa responsabilidad el grupo crece y
evoluciona hasta constituirse en comunidad de convivencia.
Siguiendo normas de máxima simplicidad los monjes construyen
un monasterio en el bosque de Molesmes, cerca de Troyes,
dedicado a la Santísima Virgen María. Adoptan como regla la de
S. Benito, que les viene explicada e interpretada por el
propio Roberto.
Aunque
al principio la nueva comunidad no traspasó los límites de la
austeridad requeridos por la Regla, progresivamente comenzó a
gozar del favor de los poderosos de la zona y a recibir muchos
bienes materiales, lo que atrajo a monjes poco piadosos que
dividieron a los hermanos. |
San
Roberto |
Fundación del
Cister
Siendo esta
la situación, Roberto, junto con su prior Alberico y el monje S.
Esteban Harding, abandona Molesmes e intenta continuar la vida
monástica de acuerdo con sus principios de pobreza, de
independencia del poder y de fidelidad a los criterios
evangélicos, según una interpretación estricta de la regla de. S.
Benito.
Buscan
otros parajes y se dirigen hacia Chalon-sur-Saóne, donde son
acogidos por Renaud, vizconde de Beaune, quien les da un terreno
de su propiedad para construir un monasterio, y son bien recibidos
por el obispo del lugar. El nuevo monasterio surge en medio de los
bosques llamados Cistercium (de ahí el nombre de Císter y
cistercienses con el que se designa la rama monástica originada de
esa fundación). Con el fin de prevenir cualquier dificultad,
consiguen el beneplácito del arzobispo y legado de la Santa Sede,
Hugón de Lyon.
Una vez
instaurados en Cistercium, Roberto es elegido abad, y sus
compañeros definen las características de su nueva experiencia:
retorno a los orígenes de la vida benedictina y especialmente
vivir la pobreza de un modo riguroso, observar una disciplina y
una austeridad lo más estrictamente posible, dedicarse al trabajo
manual dando a éste un espacio mucho más importante que al
intelectual. Más adelante irán reformando otros aspectos de la
vida monástica (libros litúrgicos, costumbres, etc.). Pero tampoco
esa vez Roberto pudo dedicarse por completo a seguir sus ideales.
De hecho al cabo de un año de haberse iniciado el Císter, es
decir, en 1099, a instancias del Papa Urbano II tiene que volver a
Molesmes. Entonces, por fin, consigue que los monjes vean la
necesidad de reformar su modo de vida y realicen su vocación
monástica según los criterios propuestos por él.
Roberto
estuvo al frente de la comunidad de Molesmes durante 10 años;
murió allí el 21 marzo de 1110 y allí fue enterrado. El ejemplo de
su vida le valió un reconocimiento oficial de la Iglesia: Honorio
III, en 1222, le beatificó. Con ese acto el pueblo lo llamó desde
aquel momento santo. Su conmemoración se fijó el 17 de abril, pero
más tarde se trasladó al 29 de abril, en un intento de unificación
de los martirologios romano, benedictino y cisterciense.
Bibliografía
Enciclopedia GER |