ANEXO

Información obtenida de

 www.tesorillo.com

SEPTIMIO SEVERO

 Lucio Septimio Severo Pértinax, nació el 11 de abril del 146 d.C. en Leptis Magna, Tripolitania (cerca de la actual ciudad de Homs, Libia) proveniente de una familia de origen itálico y murió el 4 de febrero del 211 d.C. en Eburacum, Britania (hoy York, Inglaterra).

 Emperador romano desde el 193 al 211 d.C., fue el fundador de la dinastía de los Severos (que reinó desde el 193 hasta el 234, abarcando los gobiernos de Caracalla, Geta, Heliogábalo y Severo Alejandro) y acentuó el carácter militar y despótico del poder imperial. 

 Después de estudiar leyes en Roma, desempeñó diversos cargos militares y políticos. Fue cuestor militar en la provincia de la Bética (en Hispania), en el 172 y hacia el 190 d.C. gobernador de Panonia, una provincia romana en Europa central. 

 Alrededor del año 175 contrajo matrimonio con Paccia Marciana, que al parecer también era de origen africano, su unión duró una década, hasta la muerte de ésta. En el año 187 se casó con Julia Domna, que provenía de una familia prominente de la ciudad de Emesa, de la cual su padre Basiano, era sacerdote del Sol. Con Julia tuvo dos hijos: Basiano (Caracalla) en el año 188 y Geta en el año 189 d.C.

 En el año 192 d.C. fue asesinado el emperador Cómodo y le sucedió el cónsul romano Pértinax. A la muerte de Pértinax el 28 de marzo del 193 y con Didio Juliano nombrado como nuevo emperador, después de haber comprado el trono a la Guardia Pretoriana, Septimio Severo fue proclamado emperador por las legiones en Carnuntum y se dirigió rápidamente a Roma nombrándose vengador de la muerte de Pértinax.

 En Roma, el Senado declaró a Severo como enemigo público y Didio Juliano envió en vano amenazas y asesinos. Tullio Crispino, prefecto pretoriano, trató de detener a Severo, pero fue derrotado.

 Entonces el Senado, a petición de Didio Juliano, nombró a Septimio Severo emperador, estableciendo un gobierno de dos emperadores simultáneamente, pero Severo no aceptó el nombramiento. Finalmente, el Senado nombró a Severo como emperador y sentenció a muerte a Juliano, la sentencia se cumplió el 1 de junio del 193 d.C. y Didio Juliano fue ejecutado en la residencia imperial.

 Severo confirmó en el cargo a Clodio Albino, gobernador de Britania, atrayéndole a su causa. Confirmó también en su cargo a Flavio Juvenal prefecto del pretorio nombrado por Didio Juliano y viendo como sus hijos aun eran demasiado pequeños, pensó en Clodio Albino o en Pescenio Níger, como sucesores suyos. Pero Níger fue proclamado emperador por el ejercito de Siria, momento en el cual Severo pensó seriamente en abdicar en favor de Clodio Albino.

 A la entrada triunfal en Roma de Severo junto con sus soldados fue recibido por los pretorianos desarmados. Hizo divinizar a Pértinax y celebró el mismo el funeral, se presentó al Senado y se proclamó vengador del emperador asesinado, legalizó su poder, y se emparentó con Marco Aurelio, proclamándose como su hijo. Se concedió el título de "castrum del mater" a Julia Domna. Castigó a los asesinos de Pértinax, disolvió las cohortes pretorianas y las reconstruyó con elementos de las provincias. Para atraerse a los miembros del Senado prometió no proceder contra ninguno de sus miembros sin un procedimiento legal.

 A los 30 días de su entrada y tras el levantamiento de Níger, Severo abandonó Roma, enviando legiones a África para que Níger no pudiera cortar el aprovisionamiento de trigo a la capital. Cayo Pescenio Níger le ofreció la posibilidad de gobernar conjuntamente, oferta que Septimio Severo rechazó. Níger fue vencido en las proximidades de Zícico y ejecutado en el año 194 d.C. Poco después Severo, condenó a muerte a la esposa e hijos del usurpador.

 Como emperador, Septimio Severo acrecentó el poder de los funcionarios imperiales. Apoyado por ellos, favoreció mucho al ejército subiendo el sueldo de los soldados y dispensando a los veteranos del servicio público. Su reinado marcó un periodo de reformas judiciales y militares. Creó una nueva tesorería imperial y redujo el poder de el Senado y la aristocracia. Convirtió a Italia en una provincia. También adoptó el título de "dominus".

 Durante su regreso a Roma, recibió noticias de que Clodio Albino había sido nombrado Augusto. En Viminacio, nombró César a su hijo mayor Basiano que tomó el nombre de Aurelio Antonino.

 La postura ambigua del Senado, el odio de Severo a la plebe y la ausencia de emperador en Roma por 3 años favorecieron la causa de Clodio Albino, que logró atraer a las legiones de la Galia y de Hispania, además de contar con el apoyo de varios senadores en Roma y de la plebe. Septimio Severo marchó rápidamente a Viminacio con sus tropas, para salir al encuentro de Albino.

 El 19 de febrero del 197 d.C. tuvo lugar la batalla entre los dos ejércitos. Las tropas de Albino forzaron la retirada de Severo en un principio, pero a la llegada de la caballería de Severo, el ejercito de Clodio Albino fue derrotado. Fue encontrado y obligado al suicidio. Septimio Severo mandó la cabeza de Albino a Roma. Al igual que hizo con Níger, Severo castigó duramente a los partidarios de Albino, condenando a muchos galos y hispanos a muerte y ajusticiando a 41 senadores.

 Después de un brillante éxito contra los partos de Persia que habían invadido Mesopotamia, Septimio Severo se dirigió a Britania para sofocar una sublevación en el 208. Allí, dirigió a sus ejércitos contra los Caledonios y restableció la muralla de Adriano como frontera norte del Imperio.

 Septimio Severo embelleció Roma al igual que otras muchas ciudades del Imperio, después del año 200 d.C. se erigió el arco Severo coronado con una cuadriga, restauró los templos de Vesta, Vespasiano, Júpiter Stator, de Juno Regina. el pórtico de Octavio, el Panteón el teatro de Pompeyo y la casa de las Vestales. También levantó las Termas del Trastévere, costeó edificios en Ostia y construyó hermosas edificaciones en su patria natal Leptis Magna, así como templos en numerosas ciudades a lo largo del Imperio.

 En el año 210 durante la campaña de Britania, Septimio Severo enfermó, dejando el mando de los ejércitos a su hijo Caracalla, muriendo en Eburacum a principios del 211 y sucediéndole en el trono sus hijos Caracalla y Geta, quienes le acompañaban en la campaña británica.