Introducción;
La construcción del muro;
Las consecuencias y su destrucción;
La colaboración del Papa Juan Pablo II en la caída del muro;
Especial mención de las apariciones de la Virgen en Fátima
Introducción
En
1945, al término de la segunda Guerra Mundial, los vencedores de
Alemania (Estados Unidos, la entonces Unión Soviética, Inglaterra)
ocuparon y dividieron, para su control, el territorio alemán. Esta
división fue una consecuencia directa del conflicto armado entre
los poderosos del mundo: ninguno de los vencedores quería que el
antiguo régimen nazista volviera a adquirir poder. Los Estados
Unidos y la Unión Soviética (ahora Rusia) acordaron ocupar el país
para después hallar un régimen pacífico y de libertad para los
alemanes. Muy pronto se vio claro que las potencias vencedoras no
podían ponerse de acuerdo sobre una política de ocupación común.
En definitiva, detrás de todo este proceso estaba la rivalidad
ideológica de dos sistemas sociales opuestos y la política
expansionista del gobierno soviético de entonces.
La construcción del muro
Berlín, la capital, también fue dividida. La división física
de la ciudad se consumó en agosto de 1961 con la construcción
de un muro comunista de separación, motivada por el hecho de
que el régimen de la República Federal Alemana no podía frenar
de otra manera la creciente corriente de fugitivos que querían
desplazarse al otro lado de Berlín. Desde 1961 hasta 1989
Alemania estuvo separada. Lo difícil de esta creación de
fronteras en un mismo país fue que mucha gente, en un corto
período, tuvo que separarse de sus familias (que podían vivir
simplemente en el otro lado de la ciudad); muchos trabajadores
se quedaron sin empleo por la construcción del muro, y sobre
todo fueron instaurados sistemas sociales que separaron no
sólo a los ciudadanos alemanes en su territorio, sino también
en creencias, en afectos y en formas de vida; todo esto sin
consultarlo previamente. |
Construcción del
muro |
Las
resoluciones para Alemania se tomaron en el seno del conflicto
entre las potencias más fuertes, Estados Unidos y la Unión
Soviética, que se disputaban el poder del mundo a través de una
carrera armamentista que preocupaba por la constante amenaza de
una guerra nuclear.
Las consecuencias y
su destrucción
Con la
construcción del Muro de Berlín, surgieron dos países. En el oeste
(República Federal de Alemania) y en el este (República
Democrática Alemana), existían sistemas de gobierno, ordenamientos
económicos, ejércitos y compromisos de alianzas diferentes. Eran
el reflejo de dos "europas", la de la libertad y la de la reprsión
a la libertad religiosa, política y de pensamiento.
Foto
representativa del muro |
Detenciones
y muetros al intentar huir de la Alemania comunista |
Los
ciudadanos de ambos Estados disponían de pasaportes distintos,
aunque según la concepción jurídica occidental, todos tenían la
misma nacionalidad alemana. Durante la existencia del Muro, que
fue de casi cuarenta años, muchas personas intentaron cruzar las
fronteras por estar en desacuerdo con el régimen que les había
sido impuesto. Los ciudadanos intentaron escapar de muchos modos:
a través de túneles o saltando el muro desde ventanas cercanas.
Algunos lograron salir, otros fueron encarcelados o murieron en el
intento. En la década de los ochenta, la Unión Soviética expresó
al mundo el comienzo de sus reformas al régimen socialista, con el
canciller soviético Mijail Gorvachev. Ese fue el inicio de una ola
de protestas, de movimientos sociales que acabaron por transformar
el bloque socialista, hasta casi desaparecerlo. Entre los países
que protestaron en contra de su sistema de gobierno, y en contra
de la división, estuvo la República Democrática Alemana. En 1989,
bajo la presión del mundo, el gobierno aceptó la apertura de
fronteras y el derrumbamiento del Muro. Después de varias décadas
muchas personas volvieron a ver a su familia, y pudieron por fin,
salir de un país que les cerraba la libertad de tránsito.
Derribando el
muro de Berlín que separó a Alemania durante decenios |
Juan Pablo II |
La colaboración del Papa Juan Pablo II en la caída del muro
Juan
Pablo II pasará a la historia por muchos motivos, entre ellos el
que simboliza el final de la Guerra Fría: la caída del muro de
Berlín.
Estos
fueron los hechos: en junio de 1979 visitó Polonia, en la primera
peregrinación a su patria, entonces bajo la dictadura comunista.
Acudió al santuario de la Virgen Negra de Czestochowa y en
Cracovia festejó los 900 años del martirio de San Estanislao. El
aire de libertad de esos días tuvo efectos políticos. En agosto de
1980, se creó en la ciudad de Gdansk el primer sindicato libre
llamado Solidaridad que, tras una huelga, fue reconocido
oficialmente.
El 13
de mayo de 1981, fiesta de la Virgen de Fátima, se produjo en Roma
el atentado contra Juan Pablo II. Una vez recuperado de sus
heridas, el Papa decidió cumplir la petición de la Virgen a los
pastorcillos: la consagración del mundo y de Rusia (marzo de
1984). En mayo de 1985, Mijail Gorbachov llegó al poder en Moscú y
empezó el cambio en la Unión Soviética. En junio de 1988, se
produjo la celebración oficial del milenario del bautismo
cristiano de Rusia. En verano de 1989, el general Jaruzleski,
acosado por la situación política y económica de Polonia, convocó
elecciones. El movimiento Solidaridad ganó los comicios y
accedió al poder. La paradoja de un gobierno no comunista produjo
un efecto dominó sobre el Este europeo; en los países satélites de
la Unión Soviética y en la misma Unión Soviética se fue liberando
de las dictaduras marxistas. En noviembre de 1989 cayó el Muro de
Berlín que, desde 1961, separaba físicamente las dos Alemanias, y
que era símbolo del telón de acero.
Paralelamente, el Papa Juan Pablo II, como Cabeza de la Iglesia,
desarrolló una intensa actividad internacional, propiciando el
diálogo Oriente-Occidente y cristianismo-judaísmo-islamismo,
interviniendo como pacificador en diversos conflictos de todo el
mundo y denunciando unas cuantas injusticias que aparecían en el
mundo.
Especial mención de las apariciones de la Virgen en Fátima
El día 13 de Mayo de 1917, Nuestra
Señora la Virgen María se apareció a los tres pastorcitos por
primera vez, estas apariciones sucedieron el día 13 de cada mes y
continuaron durante los ocho meses consecutivos.
Lucía Do Santos de 9 años, y sus
primos Francisco y Jacinta Marto, de ocho y seis años
respectivamente.
Nuestra Señora La Virgen hizo
varias promesas. Una de ellas es la siguiente, concretamente la 2º
promesa, que está relacionada con la caída del comunismo:
"La Primera Guerra mundial terminará pronto. Sin embargo, si la
humanidad no deja de ofender a Dios, otra guerra peor surgirá en
el Reino del Papa Pío XI. Cuando ustedes vean una noche iluminada
por una luz desconocida, sepan que éste es el gran signo que Dios
les da, porque Él va a castigar el mundo por sus crímenes a través
de las guerras, el hambre, la persecución de la Iglesia y del
Santo Padre. Para impedir esto, Yo vendré a pedir la consagración
de Rusia a mi Inmaculado Corazón y la comunión de reparación de
los Primeros Sábados. Si mi petición es acatada, Rusia se
convertirá, y habrá paz. Si no, Rusia transmitirá sus errores a
través del mundo, promoviendo guerras y la persecución de la
Iglesia; los buenos serán martirizados, el Santo Padre tendrá que
sufrir mucho, varias naciones serán aniquiladas; en el final mi
Inmaculado Corazón triunfará. El santo Padre consagrara Rusia a mí
la cual se convertirá, y algún tiempo de paz se le dará al mundo."
En
estas promesas y apariciones también remarcó la gran labor
conductora que tendría que llevar a cabo el Papa Juan Pablo II.
Bibliografía
El
libro de texto de Religión Católica de Kairós
Varias
fuentes de Internet. |