Dpto. Religión

4º ESO

Curso 2008/09

AÑO 1907 / ENCÍCLICA PASCENDI CONDENANDO EL MODERNISMO TEOLÓGICO

Leopoldo Matos

                                                                                                       

 

 Exposición de los hechos;   Decreto Lamentabili sane exitu;   La encíclica Pascendi Bibliografía

 

¿Qué es una encíclica?

La palabra viene del latin “encíclica”.Significa carta o misiva que dirige el Papa a obispos o fieles; en ella se expone la doctrina  de la iglesia en puntos concretos.

Una encíclica normalmente se escribe en latín y toma el nombre de sus palabras iniciales.

En el caso de la encíclica Pascendi, se escribió para corregir unos errores que se estaban extendiendo dentro de la Iglesia sobre algunas creencias que para la Iglesia son fundamentales, por ejemplo que Jesucristo es Dios. Estos errores los extendían los que formaban parte de una filosofía modernista.

Exposición de los hechos.

No sería comprensible la crisis modernista, sin tener presente la generalización del racionalismo y del agnosticismo en el pensamiento occidental, a partir de Kant. Tal pensamiento había ejercido un fuerte influjo sobre la teología protestante, de modo particular en Alemania, donde se encontraba el centro de las nuevas corrientes filosóficas, dando lugar al llamado protestantismo liberal que acabó negando la inspiración de la Sagrada Escritura, los milagros y profecías, la divinidad de Cristo; y presentando la Biblia como una simple colección privilegiada de experiencias religiosas. Estas ideas habían de ser difundidas en el resto de Europa por A. Sabatier.

 Para Sabatier, la esencia del cristianismo reside «en una experiencia religiosa, en una revelación íntima de Dios obrada por primera vez en el alma de Jesús de Nazaret, que se verifica y repite, sin duda menos luminosa, pero claramente reconocible, en el alma de todos sus verdaderos discípulos».

Para este autor es preciso, sin embargo, distinguir esas experiencias vitales de las explicaciones teológicas y dogmas que de ellas se han deducido. De este modo, los dogmas no serían -para Sabatier- más que la transposición de emociones «en una noción intelectual que se constituye en su imagen expresiva y su representación», es decir, sería el elemento variable y sujeto a cambio. En este clima intelectual surgió el modernismo.

S. Pío X

  Los hechos fundamentales son los siguientes. En 1875 se había fundado el Instituto Católico de París, en el que se creó una Escuela Superior de Teología el año 1878. En torno a este centro, un grupo de pensadores, sacerdotes y algunos laicos, preocupados por la situación de la cultura eclesiástica, se propusieron elevar su nivel, con la ayuda de las ciencias profanas y apoyándose en la filosofía poskantiana.

Comienzan a aparecer libros y revistas que difunden estas ideas que pronto dieron lugar al nacimiento de errores doctrinales.

 En 1902 este movimiento de ideas estalló en crisis. Había mediado un periodo de incubación, durante el cual -sin que dejaran de despertar inquietudes- este conjunto de hombres contaron con la general simpatía de muchos espíritus, deseosos de un progreso de la teología. Ocasión definitiva para la crisis fue L'Evangile et 1'Eglise (París 1902) de Loisy, obra que produjo un inmenso revuelo en los medios católicos por lo peligroso de las ideas propuestas, claramente tendentes a negar la divinidad de Cristo y la institución divina de la Iglesia y de los sacramentos.

 Inmediatamente surgieron críticas en defensa del dogma católico, pero Loisy, en lugar de retractarse o suavizar sus posiciones, las reafirmó con mayor nitidez en un nuevo volumen: Autour d'un petit livre (París 1903

 La Santa Sede se vio, finalmente, obligada a intervenir, condenando con el Decreto Lamentabili sane exitu (3 julio 1907) los graves errores cometidos -señala en su introducción- por escritores católicos «en gran número», que «bajo pretexto de una inteligencia más profunda y de investigación histórica, buscan un progreso de los dogmas que es, en realidad, su corrupción». En septiembre del mismo año, un documento más extenso, la encíclica Pascendi, realizaba un profundo análisis del movimiento, al que unía no sólo la condena de errores concretos sino, lo que es más importante, de toda una actitud: la actitud de la que había surgido la crisis modernista.

 

Decreto Lamentabili sane exitu

Condena de los errores modernistas: el Decreto Lamentabili sane exitu.

Los errores condenados se pueden agrupar en cuatro apartados. En primer lugar, errores referentes a la Revelación: negación de la inspiración divina de las S. E.; independencia de la crítica respecto al Magisterio; negación de la verdad histórica de los Evangelios, que narrarían sólo la experiencia religiosa de sus autores, etc. Errores respecto a la Iglesia: negación de su institución divina; su estructura y sus dogmas serían mudables, como en cualquier sociedad humana; el catolismo actual no sería conciliable con la ciencia, etc. Errores respecto a Cristo: no resucitó propiamente, ni es cierta la concepción virginal, ni su divinidad, a menos que se entiendancomo hechos del sentimiento religioso, es decir, creación posterior de la conciencia cristiana. Errores sobre los sacramentos: ayudan al alma a sentir la presencia siempre benéfica del creador, pero no son de institución divina sino disciplinar de la Iglesia, a veces bastante tardía, como la confesión y el matrimonio, etc.

 

La encíclica Pascendi

La condena de la actitud modernista: la Pascendi. Dos meses después de este Decreto se publicaba la encíclica Pascendi (8 septiembre 1907) que se sitúa en otro plano, más de fondo. No se limita a denunciar unos errores, sino que hace una síntesis de todo el movimiento modernista, poniendo de relieve la actitud desde la cual se había llegado o se podía llegar a esos errores; y mostrando, por tanto, tras la diversidad de formas y manifestaciones, su unitario sentido y destino: «por cuantos caminos el modernismo conduce al ateísmo, y a suprimir toda religión. El primer paso lo dio el protestantismo; el segundo corresponde al modernismo; muy pronto hará su aparición el ateísmo».

  La encíclica señala que la filosofía modernista se caracteriza por dos rasgos esenciales: el agnosticismo, que anula todas las pretensiones de demostración racional de la existencia de Dios y la inmanencia vital que hace buscar todas las explicaciones de la verdad religiosa en el sujeto y en las necesidades de la vida. Sólo después el «hombre debe pensar su fe», con fórmulas que se habrían ido aclarando al paso de los tiempos y que no tendrían otro valor que el de símbolos. La noción de Dios procedería de una cierta «intuición del corazón», de modo que todas las religiones serían verdaderas en la medida que favorecen esa experiencia.

 Esta filosofía implica tirar al suelo todas las creencias de la Iglesia, ya que, según los modernistas, la fe sería una percepción de Dios en lo más íntimo del hombre en virtud de la ley de la inmanencia. El desarrollo de esta fe, mediante el trabajo de la inteligencia daría lugar al dogma. Así, la necesidad de «dar a la religión un cuerpo sensible» habría creado los sacramentos; los libros de la Sagrada Escritura serían una recopilación de experiencias hechas por los primeros creyentes de Israel y los primeros apóstoles del cristianismo; la Iglesia constituiría un «fruto de la experiencia colectiva», en el que la autoridad no tendría otra función que dar expresión y fórmula a los sentimientos de la colectividad.

 A partir de la Pascendi el movimiento se dispersó bastante rápidamente, porque Tyrrell murió en 1909. Loisy pasó abiertamente al racionalismo abandonando el sacerdocio y la Iglesia, como antes habían hecho ya Houtin, Hébert y Murri y como habría de hacer más tarde Buonaiuti. En realidad, después de la publicación del Motu proprio Sacrorum antistitum (1910) puede decirse que la crisis había sido resuelta, aunque el problema que la suscitó -tensiones entre la fe y el llamado «pensamiento moderno»- continuaría vivo y, por tanto, susceptible de replantearse.

       Bibliografía

-Gran enciclopedia GER

-Diccionario enciclopédico Espasa.

-Libro de religión “Kairos”4 de ESO.