El índice del trabajo es: Documentos antiguos;
la persecución y
la bibliografía.
Documentos
antiguos
Las
persecuciones a los primeros cristianos se volvieron cada vez mas
violentas y las formas de ejecutar a los condenados fueron cada
vez más sádicas. La forma de ejecución variaba según las clases, a
los ciudadanos romanos se les cortaba la cabeza en limpio, los
demás eran crucificados y quemados vivos. Más tarde se volvió una
diversión para el pueblo romano, normalmente se llevaban a los
condenados a muerte a los anfiteatros donde se los soltaba en
grupos de entre cinco o diez a que los leones los devorasen.
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Anfiteatro de Lyon
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Han
llegado hasta nuestros días las “Actas de los Mártires”.
Son la trascripción de los procesos verbales redactados por las
autoridades romanas y conservados en los archivos oficiales, que
los cristianos conseguían por diversos medios.
En
ningún tribunal faltaban los notarii porque recogían
taquígraficamente todos los actos del proceso, señaladamente en el
interrogatorio, por medio de notae o signos de abreviación.
Luego se traducía a escritura vulgar, y así pasaban las piezas a
los archivos judiciales. La labor de redacción de las Actas y su
conservación en los archivos oficiales era obra de los magistrados
romanos.
La
persecución
Blandina, mártir |
Además se conservan las cartas que los propios cristianos
escribían a otras iglesias. En base a estos documentos se
tiene el testimonio de lo que ocurrió en Lyon en el año 177.
De
la lectura de los documentos se desprende que debió de
tratarse de unos cincuenta cristianos, entre los que figuraban
gente de toda clase: un obispo, un diácono, varios esclavos,
gente libre...
Se
interrogó a los esclavos de los cristianos y mediante amenazas
les hicieron confesar que realizaban cultos en los que
devoraban niños, la muchedumbre enfurecida, clamó por la
ejecución de los cristianos.
Durante los interrogatorios, los cristianos negaron estas
falsedades y explicaron que ellos no comían carne humana y que no
celebraban reuniones nocturnas para cometer maldades, sino que en
la Eucaristía comen el Cuerpo Santísimo de Cristo Jesús y se
reúnen en vigilias nocturnas para rezar y meditar en la Palabra de
Dios. |
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Como se
declaraban cristianos y no renunciaban a su fe, fueron sometidos a
toda clase de tormentos. Dicen que uno de los diáconos fue
interrogado, y como este se negase a hablar, le fueron colocados
dos planchas de bronce al rojo en el pecho y en la espalda, luego
fue decapitado
Un día
festivo en Lyon, fueron ejecutados, a los que eran ciudadanos
romanos se les cortó la cabeza, y los restantes fueron azotados,
luego se los abandonó a las fieras en el anfiteatro. Para otros,
la multitud pidió la silla de hierro, que consistía en calentar
una silla de metal al fuego hasta quedar enrojecida, y en ella se
sentaron a dos cristianos, el olor a carne quemada se esparció por
el anfiteatro. En aquella persecución, una joven esclava llamada
Blandina, fue lanzada a las fieras, pero estas no quisieron
tocarla. Luego fue sentada en la silla de hierro, y como aún
seguía respirando se la ató y soltaron un toro furioso que la
destrozó a cornadas; dicen que fue preciso que un verdugo la
rematase con una espada. |
El relato de una de las cartas que se ha
conservado dice así:
"El último día de los espectáculos,
hicieron comparecer de nuevo a Blandina y a un joven de unos
quince años llamado Póntico. Todos los días lo habían traído
al anfiteatro, para intimidarlo por la vista de los suplicios
que hacían sufrir a los otros. Los gentiles querían forzarlos
a jurar por sus ídolos. Como ellos seguían negando su
pretendida divinidad, el pueblo se enfureció contra ellos; y
sin ninguna compasión por la juventud del uno ni por el sexo
de la otra, los hicieron pasar por todo género de tormentos,
instigándoles a que jurasen. Pero su constancia fue
invencible; porque Póntico, animado por su hermana, quien lo
exhortaba y fortificaba frente a los paganos, sufrió
generosamente todos los suplicios y entregó su espíritu.
Después de haber sufrido los azotes, de ser expuesta a las
bestias, de ser quemada en la silla de hierro candente, la
encerraron en una red y la presentaron a un toro, que la arrojó
varias veces al aire; pero la santa mártir, ocupada en la
esperanza que le daba su fe, hablaba con Jesucristo y no sentía
los tormentos. Al fin degollaron esta víctima inocente; y los
mismos paganos confesaron que nunca habían visto a una mujer,
sufrir tanto ni con tan heroica constancia." |
Blandina, mártir |
El obispo Potino |
Sobre el martirio del obispo de aquella
pequeña comunidad de cristianos, se narra lo siguiente:
El obispo Potino, a pesar de ser un venerable anciano de 90
años fue arrastrado por las calles y llevado al tribunal.
Delante del gobernador declaró que no es cierto que los
cristianos sean antropófagos que comen carne humana o que
celebren reuniones nocturnas para cometer maldades, sino que
en la Eucaristía comen el Cuerpo Santísimo de Cristo Jesús y
se reúnen en vigilias nocturnas para rezar y meditar en la
Palabra de Dios. El obispo se declaró cristiano para siempre,
y le fueron golpeadas las manos y los pies hasta que perdió el
sentido. Lo llevaron luego a la cárcel y allá a los dos días
murió. |
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