Dpto. Religión
4º ESO
Curso 2006/07 |
AÑOS 49 - 251
/ PERSECUCIÓN DE
DECIO |
Jaime Laca
Luis Ormazabal
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El índice del trabajo es: breve biografía de
Decio; la persecución y
la bibliografía.
Biografía
Nacido
en el año 201 en la Baja Panonia (actual Hungría), de origen
ilirio, Decio pertenecía a una antigua familia senatorial.
En el
año 249 d.C. en el Danubio las legiones de Panonia y Mesia
proclamaron emperador a T. Claudio Marino Pacaciano. El emperador
Filipo el "Árabe" mandó a Decio al frente de las tropas a la zona
del Danubio, para intentar pacificar una revuelta. Con la llegada
de Decio, las legiones le proclamaron emperador.
Filipo
sale al encuentro de Decio al frente de sus tropas, Decio se
dirige a su vez hacia Italia. La batalla entre los dos ejércitos
tuvo lugar en el año 249 cerca de Verona, Filipo murió en el
transcurso de la batalla y su hijo Filipo II fue capturado y
asesinado por la guardia pretoriana.
Tras su
victoria Decio fue proclamado Augusto por el Senado romano. |

Moneda de la época
de Decio |
Una de
sus primeras medidas como emperador fue reparar las calzadas en
todo el Imperio. En el año 250 d.C. nombró césares a sus dos
hijos, Q. Herennio Etrusco Mesio Decio y C. Valente Hostiliano
Mesio Quinto.
Decio
devolvió el poder al Senado, siendo él mismo emperador y cónsul
restableció la censura confiándola a P. Lucinio Valeriano su
hombre de confianza y princeps senatus.
Los
godos que en su mayoría habían servido en el ejército romano como
confederados aprovechando que las tropas estaban muy
“deshabilitadas” tras el enfrentamiento entre Filipo y Decio
atacaron la región de Dobrudja a las órdenes de Kniva. Gayo Vibio
Treboniano Galo, legado de Mesia no pudo contener a los godos que
se dirigían hacia Nicópolis.
En el
año 250 Herennio Etrusco, hijo de Decio, se opuso a los godos,
Decio también dirigió un ejército en su contra logrando una
victoria en Nicópolis.
En el
251 los godos asediaron Filipópolis. Decio se dirigió hacia allí
para su defensa pero las tropas godas le vencieron y rechazaron,
Filipo Prisco, defensor de la ciudad, abrió las puertas a los
godos.
Posteriormente se lograron algunas victorias para Roma,
reconquistando Dacia. Herennio Etrusco, que estaba siguiendo a los
godos, murió en combate.
En
Abrito, se dio una batalla entre los dos ejércitos, Decio fue
derrotado y muerto en esta batalla, mientras en Roma Valente
Liciniano se proclamó emperador pero fue rápidamente eliminado.
Muerto Decio los soldados aclamaron emperador a Cayo Vibio
Traboniano Galo. |
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La
persecución
Decio, para el cual la religión romana y el culto imperial eran
vitales para la unificación del Imperio fue el instigador en el mismo
año 250 d.C. de un edicto donde ordenaba la primera persecución
general de los cristianos obligando a que todos los ciudadanos romanos
fueran titulares de un documento acreditando (libelo) su
fidelidad a la religión romana.
Está claro que el sacrificio en cuestión constituía para el
cristiano un acto formal de apostasía; tal era sin duda, más que el
hacer mártires, la finalidad perseguida por el emperador, y a primera
vista pudo parecer que había logrado cumplidamente su propósito. El
edicto cogió de sorpresa a una masa cristiana, más numerosa y, por
tanto, menos selecta que la de épocas precedentes, y cuyo
temple-heroico se había además relajado durante el largo período de
paz que entonces conocía la Iglesia.
El hecho .fue que muchos cristianos cayeron -lapsi-,
ejecutando un sacrificio propiamente dicho -sacrificati- u
ofreciendo unos granos de incienso en el altar -thurificati-.
Todavía hubo una tercera especie de cristianos claudicantes, que
recurrieron a cierta estratagema que pudieron sugerir a menudo los
propios miembros de las comisiones locales, encargadas de verificar el
cumplimiento del edicto, con la aquiescencia de magistrados
tolerantes: consistía en inscribir el nombre en el catálogo de
adoradores y recibir la cédula -el «libelo»-, sin haber en
realidad sacrificado.
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San Trifone, mártir
bajo Decio |
Estos
fueron los llamados «libeláticos», pero la Iglesia reprobó su conducta
y los consideró también como lapsi. Entre los libeláticos
figuraron dos obispos españoles, Basílides de Astorga y Marcial de
Mérida, y en otras regiones hay noticias de varios obispos más que
fueron infieles.
Hubo
también muchos mártires, comenzando por el Papa San Fabián, y otros
cristianos que confesaron la fe sin desfallecer, pero no murieron y
más tarde recobraron su libertad, como el viejo Orígenes, que sufrió
crueles tormentos en Cesárea. A estos cristianos se les llamó
«confesores», y al cesar la persecución fueron muchísimos los lapsi
que acudieron a ellos, pidiéndoles «cartas de paz» que les abrieran
nuevamente las puertas a la comunión de la Iglesia. |
Bibliografía
- Orlandis, José; Historia de la Iglesia. La Iglesia Antigua
y Medieval.
- Voz Decio en wikipedia.org.
- Las
persecuciones cristianas en primeroscristianos.com
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