San Agustín
Agustín nació el 13 de noviembre del año
354 en Tagaste, (Argelia). Su padre era pagano (más tarde
convertido al cristianismo), pero su madre, Mónica le
enseñó a su hijo los principios básicos de la religión cristiana y
al ver como el joven Agustín se separaba del camino del
cristianismo se entregó a la oración constante en medio de un gran
sufrimiento.
Agustín convivió, entre los 15 y los 30
años, con una mujer cartaginesa cuyo nombre se desconoce, con la
que tuvo un hijo en el año 372 al que llamaron Adeodatus,
que en latín significa regalo de Dios.
Agustín era un ardiente buscador de la
verdad y estudió varias corrientes filosóficas. |
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En su búsqueda incansable de
respuesta al problema de la verdad, Agustín pasa de una escuela
filosófica a otra sin que encuentre en ninguna una verdadera respuesta
a sus inquietudes. Finalmente abraza el maniqueísmo,
filosofía dualista, con su principio fundamental de conflicto entre el
bien y el mal. Desilusionado por la imposibilidad de reconciliar
ciertos principios maniqueístas contradictorios, Agustín abandonó esta
doctrina y dirigió su atención hacia el escepticismo.
Sumido en una gran
frustración personal, decide en 383 partir para Roma, la capital del
Imperio. Un año más tarde fue enviado a
Milán como catedrático de retórica. Aquí se movió bajo la órbita del
neoplatonismo y conoció también al obispo de la ciudad, san Ambrosio.
Es entonces cuando Agustín se sintió atraído de nuevo por el
cristianismo.
El 23 de abril de
387, a los treinta y tres años de edad, es bautizado en Milán por el
santo obispo Ambrosio. Ya bautizado, regresa a África, pero antes de
embarcarse, su madre Mónica muere en Ostia, el puerto cerca de Roma.
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Cuando llegó a
Tagaste vendió todos sus bienes y el producto de la venta lo
repartió entre los pobres. Se retiró con unos compañeros a vivir
en una pequeña propiedad para hacer allí vida monacal. Años
después esta experiencia será la inspiración para su famosa regla.
A pesar de su búsqueda de la soledad y el aislamiento la fama de
Agustín se extiende por toda la comarca.
El 391 viajó a
Hipona y durante una celebración litúrgica fue elegido por la
comunidad para que fuese ordenado sacerdote, a causa de las
necesidades del obispo de Hipona, Valerio. Aceptó esta brusca
elección con lágrimas en los ojos, pues al principio se negaba con
gritos y lágrimas a aceptarla. Algo parecido sucedió al ser
consagrado obispo en el 395
La actividad
episcopal de Agustín es enorme y variada. Predica a todo tiempo y
en muchos lugares, escribe incansablemente, rebate con aquellos
que van en contra de la ortodoxia de la doctrina cristiana,
preside concilios, resuelve los problemas más diversos que le
presentan sus fieles. Se opuso a maniqueos, donatistas, arrianos,
pelagianos, priscilianistas, académicos, etc.
Agustín murió
en Hipona el 28 de agosto de 430.
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- Obispo y teólogo
Además de combatir la herejía maniqueísta,
participó en dos grandes conflictos religiosos: uno de ellos fue con
los donatistas, secta que mantenía la invalidez de los sacramentos si
no eran administrados por eclesiásticos sin pecado. El otro lo mantuvo
con los pelagianos (que negaban la doctrina del pecado original).
- Obras
Su obra más
conocida es su autobiografía Confesiones (400?), donde narra
sus primeros años y su conversión.
En su gran
apología cristiana La ciudad de Dios (413-426): se habla del
panteísmo. También se ocupa del origen, destino y progreso de la
Iglesia.
En el año 428,
escribió las Retractiones, donde expuso su veredicto final
sobre sus primeros libros, corrigiendo todo lo que su juicio más
maduro consideró engañoso o equivocado. Sus otros escritos incluyen
las Epístolas, de las que 270 se encuentran en la edición
benedictina, fechadas entre el año 386 y el 429; sus tratados De
libero arbitrio (389-395), De doctrina Christiana
(397-428), De Baptismo, Contra Donatistas (400-401), De
Trinitate (400-416), De natura et gratia (415) y homilías
sobre diversos libros de la Biblia.
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