Dpto. Religión

4º ESO

Curso 2006/07

AÑO   37   /    LA CONVERSIÓN DE SAN PABLO

Luis Ormazabal

Jaime Laca

                                                                                                                

La redacción de este apartado lo hemos dividido varios apartados: introducción, la conversión y bibliografía

 

 

Introducción

San Pablo nació en Tarso, en Cilicia , de un padre que era ciudadano romano en el seno de una familia en la que la piedad era hereditaria y muy ligada a las tradiciones y observancias fariseas. Dado que pertenecía a la tribu de Benjamín, se le dio el nombre de Saúl (o Saulo) que era común en esta tribu en memoria del primer rey de los judíos.

Puesto que todo judío que se respetase había de enseñar a su hijo un oficio, el joven Saulo aprendió a hacer tiendas de lona  o más bien a hacer la lona de las tiendas. Era aún muy joven cuando fue enviado a Jerusalén para recibir una buena educación en la escuela de Gamaliel. Parte de su familia residía quizá en la ciudad santa puesto que más tarde se haría mención de una hermana cuyo hijo le salvaría la vida. A partir de este momento resulta imposible seguir su pista hasta que tomó parte en el martirio de San Esteban. En ese momento el relato de los Hechos de los Apóstoles le califica de “joven”.

No participó en la lapidación de San Esteban; se “limitó” a guardar los mantos de los que mataban al primer mártir.

 

La conversión

Saulo de Tarso era uno de los más activos y perseguidores del cristianismo. Idolatraba la Ley dada por Dios al pueblo judío. Esto nos hace pensar que era sincero y tenía un buen corazón. De hecho, deseaba seguir a Dios y cuando Dios s ele manifestó no dudo en retractarse de su conducta y convertirse al cristianismo.

El capítulo 9 de los Hechos de los Apóstoles, narra así La Conversión de San Pablo:

San Pablo (Greco)

"Saulo, respirando amenazas de muerte contra los discípulos del Señor, se presentó al Sumo Sacerdote y le pidió cartas de recomendación para las sinagogas de los judíos de Damasco, para que si encontraba algunos seguidores de Cristo, los pudiera llevar presos y encadenados a Jerusalén.

Y sucedió que yendo de camino, cuando estaba cerca de Damasco, de repente le rodeó una luz venida del cielo; cayó en tierra y oyó una voz que le decía: "Saulo, Saulo, ¿Por qué me persigues?". El respondió: ¿Quién eres tú Señor? Y oyó que le decían: "Yo soy Jesús a quien tú persigues. Pero ahora levántate; entra en la ciudad, y allí se te dirá lo que tendrás que hacer".

Los hombres que iban con él se habían detenido mudos de espanto, pero no veían a nadie. Saulo se levantó del suelo, y aunque tenía los ojos abiertos no veía nada. Lo llevaron de la mano y lo hicieron entrar en Damasco. Pasó tres días sin comer y sin beber”.

Ananías, un discípulo que vivía en Damasco recibió una visión en donde se le pedía que fuese a la casa donde se encontraba Saulo y le explicase la doctrina de Jesús.

La conversión de San Pablo (Caravaggio)

“Fue Ananías. Entró en la casa. Le colocó sus manos sobre la cabeza y le dijo: "Hermano Saulo: me ha enviado a ti el Señor Jesús, el que se te apareció en el camino por donde venías. Y me ha enviado para que recobres la vista y seas lleno del Espíritu Santo". Al instante se le cayeron de los ojos unas como escamas y recobró la vista. Se levantó y fue bautizado. Tomó alimento y recobró las fuerzas.

Estuvo algunos días con los discípulos de Damasco y enseguida se puso a predicar en favor de Jesús, en las sinagogas o casas de oración, y decía que Jesús es el Hijo de Dios. Todos los que lo escuchaban quedaban admirados y decían: ¿No es éste el que en Jerusalén perseguía tan violentamente a los que mencionaban el nombre de Jesús? Y ¿No lo habían enviado los Sumos Sacerdotes con cartas de recomendación para que se llevara preso y encadenado a los que siguen esa religión? "Pero Saulo seguía predicando y demostraba a muchos que Jesús es el Mesías, el salvador del mundo” (Hechos 9).

Saulo se cambió el nombre por el de Pablo. Y en la carta a los Gálatas dice: "Cuando Aquél que me llamó por su gracia me envió a que lo anunciara entre los que no conocían la verdadera religión, me fui a Arabia, luego volví a Damasco y después de tres años subí a Jerusalén para conocer a Pedro y a Santiago".

Las Iglesias de Judea no me conocían pero decían: "El que antes nos perseguía, ahora anuncia la buena noticia de la fe, que antes quería destruir". Y glorificaban a Dios a causa de mí.

A partir de este momento, Saulo se dedicó totalmente a la predicación y al apostolado. Realizó varios viajes en donde convirtió a muchas personas y Dios realizaba prodigios en él.

Sin embargo, al igual que los demás Apóstoles, tuvo que sufrir mucho por el nombre de Jesucristo. Se cumplió los que profetizó Jesús a Ananías cuando le mandó ir a la casa de saulo: "Vete, pues a éste lo he elegido como un instrumento para que lleve mi nombre ante los que no conocen la verdadera religión y ante los gobernantes y ante los hijos de Israel. Yo le mostraré todo lo que tendrá que padecer por mi nombre".

 

Bibliografía

- Nuevo Testamento. - Hechos de los Apóstoles.

- Voz San Pablo en wikipedia.org.