Esquema del trabajo:
Breve historia de Poncio Pilato -
Gobierno de la Provincia -
El proceso a Jesús y
Bibliografía.
Breve historia de Poncio Pilato
Poncio Pilato desempeñó el
cargo de prefecto de la provincia romana de Judea desde el año 26 d.C.
hasta el 36 o comienzos del 37 d.C. Su jurisdicción se extendía
también a Samaría e Idumea. No sabemos nada seguro de su vida con
anterioridad a estas fechas. El título del oficio que desempeñó fue el
de praefectus, como corresponde a los que ostentaron ese cargo
antes del emperador Claudio y lo confirma una inscripción que apareció
en Cesarea.
Los evangelios se
refieren a Pilato por el título genérico de “gobernador”. Como
prefecto le correspondía mantener el orden en la provincia y
administrarla judicial y económicamente. Por tanto, debía estar al
frente del sistema judicial (y así consta que lo hizo en el
proceso de Jesús) y recabar tributos e impuestos para suplir las
necesidades de la provincia y de Roma. De esta última actividad no
hay pruebas directas, aunque el incidente del acueducto que narra
Flavio Josefo es seguramente una consecuencia de ella.
Además, se han encontrado
monedas acuñadas en Jerusalén en los años 29, 30 |
Inscripción
de Poncio Pilato parecida en el teatro de Cesarea Maritima
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Detalle de la inscripción
En el texto
se pueden leer perfectamente las palabras TIBERIEVM y ...NTIVS
PILATVS. |
y 31, que sin duda fueron mandadas hacer por
Pilato. Pero por encima de todo ha pasado a la historia por haber sido
quien ordenó la ejecución de Jesús de Nazaret; irónicamente, con ello
su nombre entró en el símbolo de fe cristiana: “Padeció bajo Poncio
Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado…” (Catecismo de la Iglesia
Católica; Compendio)
En siglos posteriores
surgieron todo tipo de leyendas sobre su persona. Unas le atribuían un
final espantoso en el Tiber o en Vienne (Francia), mientras que otras
(sobre todo las Actas de Pilato, que en la Edad Media formaban parte
del Evangelio de Nicodemo) le presentan como converso al cristianismo
junto con su mujer Prócula, a quien se venera como santa en la Iglesia
Ortodoxa por su defensa de Jesús (Mt 27,19). Incluso el propio Pilato
se cuenta entre los santos de la iglesia etiope y copta. Pero por
encima de estas tradiciones, que en su origen reflejan un intento de
mitigar la culpa del gobernador romano en tiempos en que el
cristianismo encontraba dificultades para abrirse paso en el imperio,
la figura de Pilato que conocemos por los evangelios es la de un
personaje indolente, que no quiere enfrentarse a la verdad y prefiere
contentar a la muchedumbre.
Su presencia en el Credo, no
obstante, es de gran importancia porque nos recuerda que la fe
cristiana es una religión histórica y no un programa ético o una
filosofía. La redención se obró en un lugar concreto del mundo,
Palestina, en un tiempo concreto de la historia, es decir, cuando
Pilato era prefecto de Judea.
Jurisdicción de Poncio Pilato |
Gobierno de la Provincia
Los historiadores de aquella época Filón y
Flavio Josefo, nos informan que sus relaciones con los judíos no
fueron en absoluto buenas. En opinión de Josefo, los años de
Pilato fueron muy turbulentos en Palestina y Filón dice que el
gobernador se caracterizaba por “su venalidad, su violencia,
sus robos, sus asaltos, su conducta abusiva, sus frecuentes
ejecuciones de prisioneros que no habían sido juzgados, y su
ferocidad sin límite” (Gayo 302). Aunque en estas
apreciaciones seguramente sean un poco exageradas, la crueldad de
Pilato parece fuera de duda. Así los sugiere el Evangelio de
Lucas: "Estaban presentes en aquel momento unos que le contaban
lo de los galileos, cuya sangre mezcló Pilato con la de sus
sacrificios" (Lc. 13,1).
Josefo y Filón narran también que Pilato introdujo en Jerusalén
unas insignias en honor del emperador Tiberio, que originaron un
gran revuelo hasta que se las llevó a Cesarea. " ( . . .)
introducir en la ciudad [de Jerusalem] las esfinges del emperador,
que estaban en las insignias militares pues la ley judía [Ex
20,4-7] prohíbe tener imágenes (...). Pilatos fue el primero que,
(...) durante la noche instaló las insignias en Jerusalem'' -
(Favio
Josefo, Antiquitates iudaicae, XVIII, 3,1)
La colocación de las "insignias militares" en la Torre Antonia
(junto al Templo) era una provocación para los judíos, porque se
violaba la ley de Moisés que prohíbe la
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adoración de imágenes (ya que estas eran objeto de culto religioso
por parte de los solados romanos) el ‘status quo’ que el emperador
Augusto había decretado de respetar las leyes religiosas judías al
anexar Judea a la provincia imperial de Siria.
Josefo narra que el pueblo ante el hecho consumado, bajó desde
Jerusalén a Cesárea Marítima para pedir que las "insignias
militares fuesen retiradas. Al principio Pilato se opuso, pero ante la
insistencia de los judíos [que decían que preferían morir antes que
admitir algo contrario a sus leyes, el procurador ordenó que de
inmediato las insignias fueran transferidas de Jerusalen a Cesárea]".-
(Favio
Josefo, Antiquitates iudaicae, XVIII, 3,1)
Josefo relata en otro momento que Pilato utilizó fondos sagrados para
construir un acueducto. La decisión originó una revuelta que fue
reducida de manera sangrienta. Los judíos protestaron y se produjeron
desórdenes en la ciudad. Pilato mandó que la legión romana atacase al
pueblo que se hallaba reunido para manifestar contra el acueducto. La
sedición terminó cuando "(...) los judíos perecieron en gran
número, unos por golpes y otros aplastados por los que huían. La
multitud, atónita por la matanza, produjo un gran silencio."
(Favio
Josefo, Antiquitates iudaicae)
Un último episodio relatado por Josefo es la violenta represión de
samaritanos en el monte Garizim hacia el año 35.
El seudoprofeta "(...)
ordenó que todo el pueblo subiera con él al monte Garizim (...). [Les]
Aseguraba que una vez allí les mostraría los vasos sagrados que Moisés
escondió y enterró. El pueblo que dio crédito a lo que decía, tomo las
armas y reuniéndose en un pueblo llamado Tiratana donde se le
agregaron otros en gran número, para subir al Monte. Pero, Pilatos se
anticipó y ocupó el camino con soldados de caballería y de infantería.
Estos mataron a muchos, a otros pusieron en fuga, e hicieron muchos
cautivos. Pilatos hizo matar a los principales
(Favio
Josefo, Antiquitates iudaicae, XVIII, 4,1)
A resultas de ello, los samaritanos enviaron una legación al
gobernador de Siria, L. Vitelio, quien suspendió a Pilato del cargo.
Una embajada de Samaritanos "(...) se presentó ante Vitelio,
gobernador [Legado] en Siria y acuso a Pilatos de las muertes, que
fueron provocadas por su orden en Samaria. Entonces Vitelio ordenó a
Pilatos que volviera a Roma para responder ante el César [Tiberio] de
los crímenes que se lo acusaba. Así es como Pilatos, después de pasar
casi diez años en Judea, se dirigió a Roma por orden de Vitelio.
(Favio
Josefo, Antiquitates iudaicae, XVIII, 4,1).
Pilato fue llamado a Roma para dar explicaciones, pero llegó después
de la muerte de Tiberio. Según una tradición recogida por Eusebio,
cayó en desgracia bajo el imperio de Calígula y acabó suicidándose.
El
proceso a Jesús
Podemos comenzar diciendo que el proceso a Jesús fue una farsa desde
todos los puntos de vista. En primer lugar porque el juez sabía que
Jesús era inocente (cf. Lc 23, 20), también conocía que se lo habían
entregado por envidia (Cf Mt 27, 18) y, por último, porque no le
encontró culpable de nada (Cf. Jn 19, 4).
Ante la insistencia de los que acusaban a Jesús, Pilato ideó una
estrategia procesal, consistente en la declaración de "incompetente"
para juzgar al reo, fundándose que este habiendo nacido en Galilea y
por lo tanto era súbdito de Herodes Antipas. Lo envió a Herodes y éste tampoco lo
encontró culpable (Cf Lc 23, 6-15).
En vez de ser un juez justo y soltar a Jesús una vez demostrada su
inocencia, decidió contentar a los acusadores y mandó que lo azotarán
de una manera salvaje, para que de esta forma desprestigiarlo y que no
le siguieran pidiendo su muerte (Cf Lc 23, 16), y lo exhibió
ante la multitud judía con la intención de provocar la compasión de la
turba, pero no lo consiguió, al contrario, siguieron exigiendo su
crucifixión
Pilato entonces, saliéndose de todo proceso legal, intentó realizar un
"cambio" y propuso un preso por otro. Es decir,
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Ecce Homo (fotograma de la película
de Mel Gibson) |
soltar al inocente y condenar al culpable (Barrabas). Pero el juez se
volvió a asustar ante los griteríos de la chusma y condenó a muerte a
Jesús. Antes de dictar sentencia, realizó una "obra de teatro": se
lavó las manos ante el pueblo para indicar que él no asumía la condena
de un inocente (Cf. Mt 27,24).
¿Qué demostró Pilato en este juicio? Mas que nada, convendría hablar
de lo que no demostró, es decir, amor a la verdad (paradójicamente, la
Verdad lo tenia delante: Jesús). Tampoco demostró valentía y
fortaleza, ni ser un hombre justo.
Bibliografía
Chapa, Juan; 50 preguntas sobre Jesús
Messori, Vittorio; ¿Padeció bajo Poncio
Pilato?
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