1º Bachillerato

Curso 2011/12

ERAIN Ikastetxea

Dpto. Religión

LA DEVOCIÓN AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Juan Bernabé

Jaime Garmendia

Mikel Ormazabal

a

 

Índice

Presentación

¿Qué es la devoción al Sagrado Corazón de Jesús?

Un poco de historia

Los Papas y la devoción

Sta. Margarita

La devoción al Sagrado Corazón en España

Bernardo de Hoyos

País Vasco

Solemnidad litúrgica

Oraciones

Bibliografía 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

¿Qué es la devoción al Sagrado

Corazón de Jesús?

La devoción al Corazón de Jesús ha existido desde los primeros tiempos de la Iglesia, cuando se meditaba en el costado y el Corazón abierto de Jesús, de donde salió sangre y agua. No hay ninguna duda que la devoción está basada totalmente en el simbolismo del corazón. Es decir, que se da debido culto al corazón de carne en cuanto éste simboliza y recuerda el amor de Jesús y su vida emocional y moral.

La devoción al Sagrado Corazón está por encima de otras devociones porque veneramos al mismo Corazón de Dios. Fue Jesús mismo quien, en el siglo XVII, en Paray-le-Monial, Francia, solicitó, a través de una humilde religiosa, que se estableciera definitiva y específicamente la devoción a su Sacratísimo Corazón. las palabras del Señor fueron:

"He aquí el Corazón que tanto ha amado a los hombres, y en cambio, de la mayor parte de los hombres no recibe nada más que ingratitud, irreverencia y desprecio, en este sacramento de amor."

Con estas palabras Nuestro Señor mismo nos dice en qué consiste la devoción a su Sagrado Corazón. La devoción en sí está dirigida a la persona de Nuestro Señor Jesucristo y a su amor no correspondido, representado por su Corazón. Dos, pues son los actos esenciales de esta devoción: amor y reparación. Amor, por lo mucho que Él nos ama. Reparación y desagravio, por las muchas injurias que recibe sobre todo en la Sagrada Eucaristía.

La característica principal de la devoción al Sagrado Corazón debe ser la reciprocidad del amor; su objeto es amar a Jesús que nos ama tanto; pagar amor con amor. Más aún, habida cuenta que el amor de Jesús se manifiesta al alma devota como despreciado y airado, sobre todo en la Eucaristía, el amor propio de la devoción deberá manifestarse como un amor de reparación. De ahí la importancia de los actos de desagravio, como la comunión de reparación, y la compasión por Jesús sufriente. Aunque hay que decir que ningún acto, ninguna práctica, puede agotar las riquezas de la devoción al Sagrado Corazón.