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Representación de la resurrección de Lázaro
Tumba de Lázaro |
Cuentan los Evangelios que Jesús no tenía un lugar para descansar, pero también dicen que tenía amigos queridos y de confianza, deseosos de acogerlo en su casa. Entre aquellos amigos, destacan Marta, María y Lázaro, los tres hermanos que vivían en Betania. Aunque no se sabe del origen de su relación con el Señor, aparece en el Evangelio que se trataban con un cariño y una cercanía grandes, manifestados en muchos detalles entrañables. Por ejemplo, Jesús solía ir a alojarse en su casa. En Betania, en casa de Simón el leproso, Marta le ungió con perfume. En la casa de los tres hermanos, un día que Jesús fue allí, María le escuchaba con atención y su hermana Marta se enfadó porque no le ayudaba en las acosas de la casa. En Betania también resucitó a Lázaro.
Sobre el modo de enterar de los judíos Lo que se sabe sobe el modo de enterrar de los judíos es por lo que cuentan los Evangelios.
Muchas familias judías enterraban a sus muertos en cuevas y en tumbas excavadas en roca blanda, común en diversas partes de Israel Los rituales funerarios revelan lo meticulosos que eran los judíos al preparar los cadáveres para su entierro: parientes y amigos bañaban el cuerpo del difunto, lo impregnaban con especias aromáticas y buen aceite y lo envolvían en telas o en vendas. Los vecinos y otras personas iban a expresar su dolor y a consolar a la familia. Por eso cuando Jesús resucitó a Lázaro les dijo: "—Desatadle y dejadle andar"; ya que el cadáver era envuelto en vendas. |
