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Comentario de textos 2º Bachillerato

Trabajos de Religión para Secundaria

Comentarios de Texto aportados por 

DIEGO QUIÑONES ESTÉVEZ,

profesor de Secundaria y Bachillerato 

de Religión y Moral Católica

Estepona  - Málaga

COMENTARIO DE TEXTO

Consideraciones Generales sobre el comentario de texto

Actividades para 2º Bachillerato

 

Temas a comentar      ----         La mano de la esperanza

 

TEMA: El derecho a nacer: El Evangelio de la vida.

 

TEXTO BÍBLICO:

Ap. 12, 1-6.

 

 Ap. 12, 1-6: La mujer y el dragón.

1Una gran[47] <<señal>>se dejó ver en el cielo: una mujer vestida del sol, la luna bajo sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas; 2 y, estando encinta, gritaba al sufrir los dolores y el tormento de dar a la luz. 3Y se dejó ver otra <<señal>>en el cielo: allí estaba un gran dragón rojizo, que tenía siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas; 4 y su cola barrió la tercera parte de las estrellas del cielo y las lanzó a la tierra.

El dragón se puso ante la mujer que iba a dar a luz, para poder, en cuanto diera a luz a su hijo, devorarlo. 5 Y ella di a luz  un hijo varón que había de  regir a las naciones con cetro de hierro, y su hijo fue llevado hasta Dios y hasta su trono. 6 Y la mujer huyó al desierto, donde tenía allí un sitio preparado por Dios, para que allí la alimentaran (...).

GÉNERO: El género literario de este texto, es el apocalíptico. La “apocalíptica”[48] es un género literario muy frecuente en los dos últimos siglos del Antiguo Testamento, y en los dos primeros del Nuevo Testamento. Nace en los tiempos de crisis,  y su función es la de “levantar los ánimos e infundir esperanza con la perspectiva del triunfo final del bien”: Lo más seguro que sea del tiempo de las persecuciones del emperador Domiciano, (a. 95s), por la zona de Asia Menor.[49] El recurso literario que utiliza, son los símbolos, las imágenes simbólicas. Por medio de los símbolos, por las imágenes,  se nos transmite el mensaje de Dios.

El autor conoce perfectamente el Antiguo Testamento, ya que toma de los libros proféticos y apocalípticos, gran parte de la simbología que utiliza.

La palabra “apocalipsis”, con la que empieza el libro de San Juan, quiere decir “revelación”.  El autor del Apocalipsis, dice que experimenta en la isla de Patmos, Mar Egeo, cerca de la costa de Asia Menor, frente a la ciudad de Mileto, una visión apocalíptica. Era la zona  por donde estaban las siete iglesias (Efeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardes, Filadelfia y Laodicea) a las cuales dirige sus escritos. Pero teniendo en cuenta la simbología del número siete (la plenitud), el mensaje tiene un carácter universal y que estas iglesias bien puede simbolizar a todas las iglesias.

Sus destinatarios son cristianos o judíos, que estaban bien preparados para la comprensión de los símbolos apocalípticos (fuera de este contexto, el libro puede ser visto desde una visión catastrofista).[50] No obstante hay varias interpretaciones del Apocalipsis: a) la interpretación profética, que señala al libro como una profecía de lo que iba a sucederle a la Iglesia a la largo de la historia; b) la interpretación histórico-escatológica, que ve lo que será el futuro de la Iglesia y de la humanidad, con sus luchas y pruebas; c) y la interpretación kerigmática, que interpreta el presente de la Iglesia como la Jerusalén celestial, gracias a la resurrección de Cristo.[51]

 SUGERENCIAS: Las persecuciones que sufren los cristianos en tiempos del Imperio Romano, en este texto, se pueden concretar en varios símbolos: el dragón rojizo, es Satanás, quien  a través de los poderes insaciables del mundo, trae la sangre,  la violencia y la destrucción. En este caso, amenaza con la muerte del Mesías, del hijo, y de la mujer que da a luz, y que no es sino la Virgen María o la Iglesia de Cristo. Ella es la gran señal del cielo, “una mujer vestida del sol, la luna bajo sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas”; “gritaba al sufrir los dolores y el tormento de dar a luz”.  La mujer simboliza al pueblo de Dios, que “después de un a larga gestación va a dar a luz al “hombre nuevo” que tanto se esperaba”.[52] El poder del “dragón rojizo”, es tal, que con su cola puede barrer “la tercera parte de las estrellas del cielo” arrojándolas contra la tierra. Representa el poder del mal y de la muerte, que continúa el desenlace que se inició en al paraíso terrenal entre la mujer y la serpiente (Gn 3,15).

Sin embargo al mal no hay que temerlo sino vencerlo, aunque el desequilibrio entre las fuerzas de la aniquilación y la debilidad de un niño por nacer y de una madre que lo trae al mundo, sea abismal. A este niño lo podemos perfectamente identificar con los miles y miles, por no hablar de millones y millones, de niños que son perseguidos y asesinados antes de nacer por las fauces legalizadas de las leyes del aborto premeditado y procurado. Antes de nacer, en el proceso de fecundación y gestación, muchos niños, ya están perdidos, sentenciados a  una muerte legal, que les priva del derecho fundamental de todo ser humano: el derecho a la vida: “Quien se elimina es un ser humano que comienza a vivir, es decir, lo más inocente en absoluto que se pueda imaginar. ¡Jamás podrá ser considerado como un agresor, y menos aún un agresor injusto!

Es débil, inerme, hasta el punto de estar privado incluso de aquella mínima forma de defensa que constituye la fuerza implorante de los gemidos y del llanto del recién nacido. Se halla totalmente confiado a la protección y al cuidado de la mujer que lo lleva en su seno.”[53] La misma condena moral concierne también al procedimiento que utiliza los embriones y fetos humanos todavía vivos-a veces producidos expresamente para este fin mediante la fecundación in vitro- sea como “material biológico” para ser utilizado, sea como “abastecedores de órganos o tejidos para transplantar” en el tratamiento de algunas enfermedades. En verdad, la eliminación de criaturas humanas inocentes, aun cuando beneficie a otras, constituye un acto absolutamente inaceptable.”[54]

La Virgen María, ayuda a la Iglesia a “tomar conciencia de que la vida está siempre en el centro de una gran lucha entre el bien y el mal, entre la luz y las tinieblas. El Dragón quiere devorar al niño recién nacido, figura de Cristo, al que María engendra en la “plenitud de los tiempos” (Gal 4,4) y que la Iglesia debe presentar continuamente a los hombres de las diversas épocas de la historia.

Pero en cierto modo es también figura de cada hombre, de cada niño, especialmente de cada criatura débil y amenazada, porque-como recuerda el Concilio-“el Hijo de Dios, con su encarnación, se ha unido, en cierto modo, con todo hombre”. Precisamente en la “carne” de cada hombre, Cristo continúa revelándose y entrando en comunión con nosotros, de modo que el rechazo de la vida del hombre, en sus diversas formas, es realmente rechazo de Cristo (...)”.[55]

“Desde el siglo I, la Iglesia ha afirmado la malicia moral de todo aborto provocado. Esta enseñanza no ha cambiado; permanece invariable. El aborto directo, es decir, querido como un fin o como un medio, es gravemente contrario a la ley moral:

No matarás el embrión mediante el aborto, no darás muerte al recién nacido (Didajé, 2,2; Bernabé, ep. 19.5; Epístola a Diogneto5, 5; Tertuliano, apol.9).[56]

“(...) Desde el primer momento de su existencia, el ser humano debe ver reconocidos sus derechos de persona, entre los cuales está el derecho inviolable de todo ser inocente a la vida.”[57]

A pesar de esa persecución silenciosa pero aniquiladora contra la vida del no nacido, no debemos perder la esperanza, pues, al igual que Cristo venció a la muerte, con su resurrección, así los poderes económicos y políticos, que hacen del aborto un negocio sin escrúpulos, serán vencidos. Y serán vencidos, sobre todo, con el poder de la denuncia de la Iglesia, y de los cristianos comprometidos con el mundo en que vivimos. A pesar de la desesperanza, Dios siempre viene y está con nosotros, para intervenir en favor de los más débiles, que son los no nacidos. Mientras Cristo siga vivo en la Historia, su palabra servirá para denunciar todo aquello que atente contra la vida. Por eso, la Iglesia jamás renunciará a defender el derecho a la vida, desde el instante de la fecundación, pasando por su desarrollo y hasta los últimos instantes de la misma. La vida de los niños por nacer, prevalece sobre los intereses comerciales, científicos e ideológicos, que pretenden utilizarlos, para mantenerse en el poder. 

En el Nuevo Testamento, encontramos “el reconocimiento indiscutible del valor de la vida desde sus comienzos”[58]. El más revelador es el del “encuentro entre la Virgen María e Isabel[59], y entre los niños que llevan en su seno. “Son precisamente ellos, los niños, quines revelan la llegada de la era mesiánica: en su encuentro comienza a actuar la fuerza redentora de la presencia del Hijo de Dios entre los hombres”.[60]”La vida del hombre proviene de Dios, es un don, su imagen e impronta, participación de su soplo vital. Por tanto, Dios es el único señor de esta vida.”[61]

 *Actividades.

¿A quiénes va dirigido el mensaje de este texto del Apocalipsis?

  ¿Qué significado tienen los símbolos más relevantes del texto: el dragón rojizo; la mujer que da a luz;  el hijo; el número siete?

Relaciona el texto con las situaciones actuales del aborto, la clonación y la manipulación genética de embriones. 

 *RECURSOS:

Lee y comenta el siguiente texto, de la vida actual, relacionándolo con el tema del aborto y del derecho a la vida.

 

Si pudiéramos verlo: la mano de la esperanza

Se trata de una historia que se produjo hace unos meses, y desde entonces no ha dejado de correr por Internet y ha sido publicada en distintos medios de comunicación. He aquí un resumen de lo publicado por el New York Times.

La foto es de un bebé de 21 semanas, aun sin nacer, llamado Samuel Alexander Armas. A Samuel le está operando un cirujano llamado Joseph Bruner. Se le había diagnosticado una espina bífida y nunca sobreviviría si se le extraía de la matriz de su madre, Julie Armas, enfermera de Atlanta. El doctor Bruner, tras grandes estudios realizados en el Centro Médico Universitario de Vanderbilt, en Nashville, anunció que él sí podría llevar a cabo esta operación con el bebé... ¡dentro de la matriz de su madre!

Durante la intervención, el cirujano extrae el útero mediante una "seccion-C", y practica una pequeña incisión, a través de la cual es capaz de operar al pequeño Samuel. Pues, al tiempo que el doctor Bruner acababa de terminar la operación con éxito, Samuel sacó su pequeñísima, pero totalmente desarrollada, mano a través de la incisión practicada y cogió la mano del atónito doctor Bruner. Este prestigioso cirujano declaró haber vivido el momento más emotivo de toda su vida, al tiempo que sentía la mano de Samuel asiéndole uno de sus dedos, a modo de agradecimiento por obsequiarle con el regalo de la vida. El atónito doctor Bruner permaneció helado, totalmente inmóvil durante unos segundos, durante los cuales Samuel seguía agarrándole el dedo, lo que dio el tiempo suficiente para que el resto del personal de quirófano pudiese fotografiar el momento con toda claridad. Los editores del NY Times titularon la foto "Hand of Hope" (Mano de Esperanza). Samuel superó la operación y lleva una vida cien por cien normal hasta la fecha.

¿Cuál es la fuerza de esta foto? ¿Cuál es el enigma que se esconde a través del invisible aborto, esa práctica que ha acabado con la vida de 60.000 inocentes al año, sólo en España? ¿Cómo es posible que una generación, ya vamos por la segunda, se vuelva totalmente insensible ante la mayor masacre de los tiempos modernos, que es el aborto? La respuesta a las tres preguntas es la misma: que el aborto no lo vemos. Si lo pudiéramos ver, nadie podría pasar ante la clínica madrileña Dator -el mayor matadero de seres humanos (casi 10.000 abortos al año), ubicado en pleno centro de Madrid, sin sentir un escalofrío en la espalda. El aborto dejaría de ser rutina invisible para convertirse en pesadilla insoportable.

Esta es la fotografía referida en el texto. 

Algunas mentes delicadas consideran que este tipo de fotos no deben enseñarse. 

Son los mismos a los que no les gusta contemplar en la televisión a niños (eso les pasa por la nefanda costumbre de ver la televisión mientras comen) con el vientre hinchado por el hambre.

Y es que, si pudiéramos verlo, no existiría el aborto.

Eulogio López:

www. e-cristians-net.


[47] Cantera Burgos, Francisco; e, Iglesias González, Manuel, Sagrada Biblia, Edit. B.A.C:, Madrid, 19792.

[48] Cepedal Román, Tirso, Curso de Biblia, Edit. PS, Madrid, 1993, “Apocalipsis”,   págs 393-403.

[49] Ibídem, págs 393-4.

[50] Ibídem, pág. 395.

[51] Ibídem, pág. 399.

[52] Mesters, Carlos, Lecturas bíblicas, Edit. Verbo Divino, Estella, 1991, págs 228-229.

[53] Juan Pablo II, Evangelium Vitae, Edic. Palabra, Madrid, 1995, pág. 98.

[54] Ibídem, pág. 106.

[55] Ibídem, págs 172-173.

[56] Catecismo de la Iglesia Católica, Asociación de Editores del Catecismo, Madrid, 1992, nº 2271.

[57] Ibídem, nº 2270

[58] Juan Pablo II, Evangelium Vitae, Edic. Palabra, Madrid, 1995, pág. 75.

[59] Lc 1,39-45.

[60] Juan Pablo II, Evangelium Vitae. op. c., pág. 75.

[61] Ibídem, págs 65-6.