“Evaluar es un proceso de investigación, pero con la finalidad de que esta investigación revierta de manera directa en la mejora de los resultados del alumno. Cuando hablamos de incorporar nuevas herramientas para la evaluación no pretendemos que se eliminen por completo el uso de los exámenes de comprensión o los exámenes tradicionales. Debemos combinar lo cualitativo y cuantitativo”.
Esta temática tan sugerente la llevó al aula Javier Bahón el pasado 14 de octubre cuando impartió un curso de formación para el profesorado de COAS.
En este curso se debatió sobre la diferencia entre los términos de calificar o evaluar, sobre la función de cada uno y la misión que tiene para nuestro alumnado.
En esta sesión se pudo ver de forma clara la necesidad de formar parte de un proyecto educativo que proporcione un feedback objetivo y así, poder establecer los puntos de mejora tras la evaluación.
Para Bahón, el fundamento de la evaluación reside en que permite a cada alumno reflexionar sobre su proceso de aprendizaje, su estado actual y, en consecuencia, las vías o estrategias futuras que debe emplear.
Cada herramienta de evaluación cumple una función diferente y cuanto mayor sea el número de evidencias que recopilemos del progreso del alumno, mejor diseñaremos nuestra intervención. Los alumnos deben tener diferentes oportunidades para mostrar sus logros y también para superar sus dificultades.